Para muchos viajeros, dormir en los aviones sigue siendo un desafío. Investigaciones, incluyendo encuestas como las realizadas por The Sleep Judge, muestran que la mayoría de los pasajeros experimentan mala calidad de sueño en los vuelos, y solo unos pocos reportan un buen descanso. Los asientos incómodos, el ruido, las turbulencias y las temperaturas inadecuadas de la cabina pueden dificultar la relajación, afectando la salud y el bienestar después del aterrizaje. La industria aérea se esfuerza por mejorar la comodidad para aumentar la satisfacción del cliente.
Los problemas de sueño en los aviones se deben a factores físicos y ambientales. Los niveles de ruido en la cabina alcanzan los 85 decibelios, la baja humedad reseca los ojos y la nariz, y la baja presión del aire puede causar dolores de cabeza o náuseas. Un estudio del Journal of Air Transport Management a 400 personas reveló que estos factores explicaban entre el 6,7 % y el 27,7 % de la variabilidad en la calidad del sueño. La mayoría de los pasajeros mencionaron los asientos incómodos como el principal obstáculo, seguidos de las turbulencias, la temperatura de la cabina y el deslumbramiento de las ventanas. La ciencia ofrece varias maneras de mejorar el sueño durante el vuelo. Los expertos en ergonomía recomiendan el uso de auriculares o tapones para los oídos con cancelación de ruido para reducir el ruido del motor. Las almohadas cervicales ayudan a mantener una postura cómoda a pesar de las limitaciones del asiento. Mantenerse hidratado y usar varias capas de ropa ayuda a combatir la sequedad y los cambios de temperatura. Usar un antifaz para dormir bloquea la luz, lo que promueve la producción de melatonina. Estas medidas pueden mejorar considerablemente la calidad de su descanso durante el vuelo.
Consejos adicionales para dormir mejor en un avión:
- Mantenga un horario de sueño regular: el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento recomienda acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, incluso cuando viaja, para minimizar la alteración de los ritmos circadianos.
- Evite los estimulantes: evite la cafeína y el alcohol 4 a 6 horas antes de acostarse, ya que perjudican la calidad del sueño.
- Control de la luz: use una máscara para dormir para bloquear la luz de las ventanas, ya que la melatonina, la hormona que promueve el sueño, se produce en la oscuridad.